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Colaboración, la clave de un taller de producción

Cada vez que alguien se pasa por Medialab Prado para echar un vistazo a los proyectos, saber qué temas trabajamos o, simplemente,  conocer el espacio, sale a la luz el tema de la participación en los talleres de producción.

Muchas de las personas que visitan el medialab se preguntan si pueden participar dentro del espacio, ya que básicamente es lo que hacemos, producción de proyectos. La respuesta es clara: Sí, claro que sí.

Cuando el proyecto de alguien es seleccionado, dentro de un taller específico, siempre se hace una convocatoria de Colaboradores. Una sóla persona no suele tener la capacidad de realizar todo su proyecto, y menos en un tiempo no demasiado largo. Además, no es que los colaboradores sean meros «ayudantes» del autor del proyecto, sino que siempre forman parte de él, ofreciendo nuevas ideas e interactividad con el resto de participantes.

Por otro lado, los perfiles de colaboración que suelen buscarse no sólo son especialistas en diseño, programación o tecnología digital; es más, escultores, arquitectos, biólogos, pintores, sastres, técnicos y un largo etcétera son algunos de los oficios que tienen muchos colaboradores que han pasado los talleres de Medialab Prado. Por ello, desde Medialab Prado os recomendamos que echéis un vistazo a nuestras actividades y no tengáis miedo a eso del nomenterodenada. Si os apetece colaborar, animaos a ello.

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La fachada digital que todos veremos…

 

 Al llegar hoy a Medialab-Prado he visto que ya están colocando los paneles de leds en la fachada; en breve tendremos una fachada digital en el barrio. Ayer pudimos ver cómo uno de estos módulos funcionaba; a la luz del día no parece que el resultado fuera impresionante, pero claro, hablamos de un sólo módulo dentro de una fachada de 30 metros de alto por 15 de ancho… impactante, cuanto menos.

Durante estos días de seminario se ha estado hablando de la importancia de estas fachadas digitales en relación a la implantación de identidad local, participación ciudadana y acto comunicativo e interactivo. En principio todo parece sencillo, pero no lo es tanto: hay tantas formas de usar una fachada digital como ideas se presentan cada día, la clave es intentar seguir una serie de patrones mediante los cuales no olvidemos que esta fachada digital es de todos y para todos. Una fachada digital en la que veremos lo que somos, global y localmente.

Todo un reto.

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Fachadas digitales e interacción con el público local

Escribo ahora que todo el público del seminario de fachadas digitales está comiendo (casi más con el café o la siesta) para comentar un tema que, no es para menos, me alegró bastante. Ayer, durante la mesa redonda, tras las charlas de Susa Pop, Julian Oliver y los chicos de Plazanimada, salió el tema de la mediación cultural como parte importante del proceso usuario-obra.

El peligro, al que estamos muy acostumbrados, está en que la gente pase por delante de una instalación, sea cual sea, proyectada en un espacio urbano, y que la experiencia de ese caminante sea la siguiente:

llego-veo algo bonito/curioso-sigo mi camino.

Este caso en absoluto se aleja de la realidad; hace poco, durante la Noche en Blanco, algunas personas se quedaban mirando Waves to Waves to Waves, la instalación que Medialab Prado tenía en la Plaza de las Letras, y pensaba que sólo era eso, una proyección de imágenes y sonidos. La mayor parte de las veces, y tratando de no llegar al «avasallamiento», los mediadores tratábamos de acercarnos al público para explicarles que ellos podían modificar la obra proyectada ya que, las imágenes y sonidos que ellos percibían eran modificados por los propios usuarios.

Por tanto, ese receptor de una obra pasa a ser usuario de la misma cuando al proceso antes citado le añadimos un par de pasos intermedios:

llego-veo algo bonito/curioso- me lo explican- participo (o no)-sigo mi camino.

Ahora que estamos a punto de estrenar la fachada digital en Medialab Prado, es importante llegar a la gente y construir con ella algo interesante. Como ayer decía Susa Pop durante su charla, al igual que una pantalla de estas características es una ventana a lo global y una red conectada, también crea identidad local y los ciudadanos/vecinos deben ser, con respecto a lo que allí se exhibe, usuarios activos.

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licencias libres y vivas

imagen por yoheiyamashita


Uno de los propósitos que me he hecho para ‘el nuevo curso’ es el de profundizar acerca de las licencias libres; no sólo cuáles son y cómo se usan, lo cual no tiene truco ni trampa (bueno, truco, como todo, tiene, sobre todo cuando ciertas entidades quieren buscar las cosquillas a la gente que usa estas licencias.) La clave está en saber cómo se pueden usar de manera que una obra pueda estar viva. Me explico: últimamente, con esto de la investigación sobre bases de datos públicas que los mediadores culturales estamos haciendo, con motivo del próximo taller Visualizar. Datos Públicos, Datos en Público, me he dado cuenta de que, al igual que hay mucho repositorio con obras a disposición del público y punto pelota (lo cual está muy bien) también existen numerosos proyectos participativos donde la gente colabora, manteniendo así una obra viva, cambiante y enriquecida con el conocimiento y aportación voluntaria de cientos de personas.

Esta obra viva, cada vez más grande, debe tener una licencia libre que permita a dicha obra mantener su naturaleza original.

Y todo esto se me ha ocurrido porque mañana, a eso de las siete de la tarde, Miquel Vidal (de Libresoft) y Miguel Ángel Lastra Cobo (de addSensor) van a ampliar información sobre estas licencias y los repositorios de software libre.

ana_fm

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Más datos públicos de los que pensamos

Después de ir descubriendo la de recursos online que existen para poder examinar, contrastar y difundir datos públicos, una se pregunta si estos son escasos, insuficientes, o qué es lo que ocurre para que la gente no conozca dichos recursos (algo que me ha sucedido personalmente hasta hace unas semanas…)

Quizá no conviene que la facilidad de acceso a estos datos sea demasiado conocida. Esto es algo que ocurre constantemente en Internet: tenemos millones de recursos al alcance de nuestra mano y, sin embargo, no accedemos a ellos porque no sabemos intuimos que existen, pero lo que no sabemos es «cómo acceder a ellos»)

Supongo que la primera idea que me viene a la cabeza relacionada con esto es la importancia de una educación en la red. Hace poco, mi compañera mediadora Jara nos pasó un estudio llamado Digital Media and Learning, que habla de la necesidad de acomodar estos medios, ni nuevos ni desconocidos, a la educación.

No parece lógico que una tecnología, con su gran capacidad de comunicación -entre otras cosas-,  aún no haya sido acomodada a campos educativos de una forma organizada.

Personalmente, Internet no me pilló de niña, pero sí aún joven (aquí la plumilla ya tiene algunas patas de gallo) He vivido la revolución de la red Internet, y seguramente viviré la regularización y castración de ésta. La pregunta es: ¿sabremos usar Internet, después de todo?

Ahí queda la pregunta de marras…

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vuelta al cole y reuniones varias

Afortunadamente, no tenemos que llevar uniforme, ni comprar libros, ni conocer a los nuevos profesores. Esto es mucho mejor, vuelves de las vacaciones («vacaciones», tremenda palabra) y te encuentras con mil y más actividades nuevas que en julio parecían lejanas y ahora están a la vuelta de la esquina.

Dentro de unos días tendremos un par de pantallas de leds, una ‘pequeña’ dentro de la sala y otra ‘menos pequeña’ (vaya, que que es enorme) en la fachada de Medialab. Se está terminando de organizar el seminario de Pantallas Urbanas, con motivo de estos pantallones de leds, que sospechamos van a dar mucho juego dentro y fuera del  espacio de Medialab. Asimismo, en breve contaremos con el taller de Hello World (nuevas tecnologías aplicadas a las artes escénicas, las jornadas de Software Libre, la Noche en Blanco, con el proyecto Waves to Waves to Waves, el taller de Visualizar (cada año lo esperamos con más ganas) y más y más actividades.

Reuniones de mediación, producción, organización, etc. Todas ellas para ponernos al día sobre todo lo nuevo que viene. Nuevo e interesante, of course

Y, aprovechando esta nueva temporada, vamos repensando las labores de investigación y documentación de los mediadores de Medialab Prado. En principio parece sencillo dedicarse a las tareas más inmediatas, pero fácilmente olvidamos que, detrás de esta labor de mediación, debe ir desarrollándose un estudio sobre las labores de mediación cultural, tarea que requiere más reuniones, organización, mucha comunicación entre todos y dedicación para, por fin, poder dar evidencia de qué somos y qué hacemos los mediadores culturales.