Me voy, pero me quedo…

El día uno de abril seré, a nivel oficial, ex-mediadora cultural de Medialab-Prado, aunque me quedaré para realizar otro trabajo que me permitirá seguir en este lugar, estando al loro de todo el tema de mediación, al igual que Jara, que seguirá realizando varias tareas de coordinación.

Ha sido más de año y medio el que he pasado realizando la labor de mediación en medialab, y puedo decir con franqueza que esto, más que un trabajo, es un regalo. No sólo me ha permitido enterarme de todo lo que por aquí pasa, formado parte activa de ello y completando mi formación, sino que también me ha abierto nuevos caminos de aprendizaje a muchos niveles.

Quien entra en medialab no sale o, al menos, no sale igual (probablemente, si entra en la presentación de un taller o en una reunión de Openlab, despueś sale directo al bar con el resto de los presentes…) El formar parte de un equipo que defiende el trabajo colaborativo y multidisciplinar como parte esencial de la filosofía de una institución pública ya es, de por sí, algo realmente enriquecedor (y raro, y difícil, y emocionante, y…)

Cuando la gente no comprende qué es Medialab-Prado (si me dieran un euro por cada vez que me alguien me dice «¿pero en qué trabajas tú, quenomentero?«…) acabo por decirles que vengan a verlo. O mejor aún, que vengar a formar parte del lugar,  ya que medialab no es un centro donde entres, mires y salgas, es más bien un lugar donde entras, te quedas, participas y luego sales (de cañas, la mayor parte de las veces..) Todo esto no quiere decir que haya visitas que vienen a enterarse de algunas líneas de trabajo determinadas, o a echar un vistazo para ver qué es eso de medialab. Por experiencia, un buen número de veces, la gente vuelve.

Resumiendo, la labor de mediación cultural no acaba con un papel que diceque has sido mediador. Esto ha sido una muy grata experiencia, y lo que me queda…

ana

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