Llegar a Medialab y no buscar el FabLab para brujulear es algo imposible. Es uno de esos sitios que te atrae con sus maquinas, su olor a madera y plástico, sus ruidos de taller con herramientas… Así que una de las primeras cosas que las mediadoras pensamos fue en utilizar alguna de las herramientas del FabLab para aprender y hacer algo que necesitábamos: nuestras identificaciones personales. Aquí podéis ver el resultado con una primera prueba que hicimos: uso de software online y puesta en marcha de la placa en la impresora 3D. ¡Toda una aventura! 🙂