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Algunas reflexiones sobre las labores de mediación cultural con grupos

!– @page { size: 8.27in 11.69in; margin: 0.79in } P { margin-bottom: 0.08in } –>Como comentábamos, este mes hay un calendario bastante intensivo de visitas de instituciones educativas a Medialab Prado. Y ayer hemos tenido nuestra primera experiencia del 2008, acogiendo a la clase de Movimientos Artísticos Contemporáneos de la carrera de Comunicación Audiovisual, Universidad Carlos III, que por cierto han venido gracias al buen hacer de nuestra ex compañera de mediación Ana.

Es quizás en estos momentos donde se pone más a prueba las labores de mediación cultural. Porque ante un colectivo (y más un colectivo en pleno proceso de formación, investigación y quién sabe si producción conjunta de proyectos, lo que sí está claro es que mantienen una experiencia social y educativa compartida), numeroso en este caso (más de 20 personas), se generan relaciones y dinámicas muy diferentes que ante una visita individual o de 2 o 3 personas.

Una primera impresión es que el diálogo, el acercamiento de – tú – a – tú se hace más difícil, porque de repente se cruza el punto de inflexión en que pasamos a ser “nosotros” (los mediadores) y “ellos” (los visitantes), y no queremos que eso sea así.

Este es el relato de nuestra acción – reflexión después del día de ayer…

Romper el hielo. ¿Cómo acortar las distancias, eliminar las barreras y fomentar la proximidad, incluso física, entre la gente y de la gente para con el lugar?

Ayer conversamos unos minutos con el profesor mientras esperábamos que llegara la totalidad de la clase. Se podía percibir en los estudiantes, sin miedo a exagerar, cierta reacción de respeto por estar “en casa ajena”, cierta atmósfera de sacralidad del usuario respecto al lugar. ¡Eso no es Medialab!Era necesario dar la bienvenida y recordar, dentro de la explicación general del programa, que se trata de una iniciativa y un espacio público, del Ayuntamiento, de libre acceso y a su plena disponibilidad, al igual que la información, los recursos y la gente que trabajamos allí.

Dos propuestas para otra ocasión:

  • Invitar a explorar el espacio mientras se espera que el grupo se reúna en su totalidad, a ser curiosos, a sentarse, abrir libros, interactuar con el espacio y las obras. Apropiación física y corporal.

  • Insistir en el carácter público del espacio, invitar a explorar esa relación económica (mantenida a través de los impuestos), política (a través del voto) y social (a través del ejercicio de la ciudadanía) con lo que es público. Apropiación política?

Diálogo de todos con todos. ¿Qué es lo que los visitantes tienen que decir al respecto?

Ayer lanzamos algunas preguntas, sobre todo para cercionarnos que no íbamos a repetir información que ellos ya hubieran manejado. Sabíamos con qué los podíamos sorprender: el enfoque de Medialab Prado sobre la producción y la investigación en cultural digital no es precisamente común en el panorama cultural actual, y menos aún que esa filosofía se vea reflejada en los formatos de las actividades en forma de convocatorias abiertas a ideadores y colaboradores para el desarrollo de proyectos en talleres de producción colaborativa. Sin embargo, y a pesar de haber leído su programa de estudio, nunca se sabe del todo lo familiarizado que alguien en particular puede estar con temas como la arquitectura digital, la realidad aumentada, la visualización de datos o las netlabels.

Aunque la pregunta sea lanzada a todos, la respuesta casi siempre es individual. Hay que admitir que cuatro o cinco personas participaron mucho más, bien tuvieron más interés, estaban más vinculados al tema o esgrimieron menos reparo a la hora de acercarse y preguntar.

Creo que es importante eso, transmitir desde el principio confianza, que estamos aquí para dialogar, insistir en que nos gustaría recibir sus aportaciones para nuestro conocimiento personal y transmitirlo a futuras visitas, visualizar cómo se producirá ese flujo de información, ese legado del grupo para la posteridad.

Otras propuestas:

  • Realizar una “lluvia de ideas” inicial sobre los conceptos que van saliendo: producción colaborativa, cultura libre – software libre, web 2.0, Procomún, etc.

  • Una observación que le debemos a Pablo Valbuena: acudir más al profesor como mediador y dinamizador. Es él quien mejor conoce al grupo y ha tenido un tratamiento in extenso con ellos. Hacerle saber desde el principio que contamos con él para ir vinculando las cuestiones que han visto en clase con la visita al espacio.

A medida que iba transcurriendo el tiempo se iban disipando las fronteras, la gente se iba acercando y se atrevían a preguntar más cosas. Un momento excelente fueron los 15 o 20 minutos en que los estudiantes estuvieron en interacción directa con la obra, la exploraron, jugaron con ella, comentaron cosas entre sí.

Podría ser que, para otra ocasión, pudiéramos invertir los tiempos:

  • Dar un tiempo inicial después de presentar someramente Visualizar, sin detallar mucho más que la temática general de los trabajos, y dejar que se aproximaran a la obra, que sencillamente tuvieran la oportunidad para tocar, leer, pinchar las imágenes con el ratón y descubrir.

  • A continuación hacer un ejercicio tipo “¿qué has visto?”, donde entre uno o varios de ellos, explicaran a los demás lo que habían percibido de cada proyecto, y sencillamente, apoyar y completar con algún comentario y preguntas extras:

  • “¿Qué cuestiones de fondo (político, económico, social, tecnológico, cultural) proponen a debate y reflexión cada una de estas visualizaciones?”

  • “¿A quién podría interesar el empleo de esta visualización? ¿A qué otras plataformas o instituciones lo llevarían?”

  • “¿Está bien conseguida la solución gráfica? ¿por qué? ¿cuáles son las claves?”, etc.

La idea es construir una experiencia significativa para todos y entre todos. Reconocer que el usuario o el visitante ocasional puede participar libremente durante su encuentro en el espacio, con la obra y con los otros actores sociales, un conocimiento valioso que puede alimentar el proceso de creación, investigación y difusión, y que este no se cierra automáticamente cuando se termina el taller, si no que continúa abierto.

Invitación a regresar. En esta ocasión, después de tener la enorme suerte de contar con Pablo Valbuena para que explicara personalmente su instalación Entramado Plaza de la Luz, y como colofón de la visita, insistimos que por nuestra parte les dejábamos las puertas siempre abiertas y les invitábamos a volver a visitar el espacio, como investigadores, como participantes, como colaboradores, como ideadores de nuevos proyectos.

De alguna manera el objetivo es fomentar esa relación de continuidad, esa invitación a formar parte de las redes sociales y culturales en cuyo tejido y urdimbre está inscrito Medialab Prado, como punto de encuentro, reflexión y creación.

La próxima vista, este viernes 18, veremos qué sucede entonces. Mientras tanto un saludo desde Medialab Prado. Seguiremos bitacoreando!