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Los valores (de uso? de cambio?) de los bienes compartidos de naturaleza inmaterial

Ayer tuvo lugar en Medialab Prado una nueva sesión del Laboratorio del Procomún.

En esta ocasión, se abordó el tema de procomún y ecología, a través de la reflexión sobre el texto elaborado por Isidro López que ya presentamos en este blog con otro post hace pocos días.

Siguiendo la metodología de trabajo habitual, el encargado de realizar el comentario del texto fue Jordi Claramonte quien además, desde su óptica y trayectoria en los movimientos artísticos y sociales, puso sobre la mesa una pregunta a la que tarde o temprano todos los participantes del laboratorio se tenían que enfrentar.

Ante el tipo de situaciones descritas en esta y otras sesiones, en que vemos devastados los bienes naturales por la lógica de la “acumulación por desposesión” con que funciona el sistema capitalista (aportaciones conceptuales de Isidro López apoyándose en Harvey y otros):

¿Qué tipo de soluciones, entendidas como propuestas de gestión, se deben hacer?

Se trata de un problema de escalas:

¿Debemos elaborarlas únicamente en base a las experiencias locales de éxito o debemos ir más allá hacia el cuestionamiento radical de un sistema económico que genera modelos productivos depredadores del procomún?

Si no consideramos viables la soluciones fuera del capitalismo, ¿debemos apostar entonces por el llamado capitalismo cognitivo, 2.0 o hacker como posible solución? ¿Qué implicaciones tiene esto?

Estos interrogantes marcan, a mi modo de ver,- desde el punto de vista de una mediadora cultural que contempla estos procesos de construcción colectiva del conocimiento y que no puede dejar de verlos si no es desde su propia experiencia y subjetividad -, uno de los puntos de no retorno del debate actual.

Primero, porque se pone énfasis en la necesidad metodológica de integrar las visones macro y micro de los procesos, de examinar sus relaciones y complejidades, teniendo en cuenta la escala espaciotemporal así como la contextualización histórica y cultural de cada una de las experiencias, sin caer en la tentación de teorizar “en el aire” o en base a modelos no empíricos. Se trata de estudiar y documentar de esta manera, si es que se persigue el rigor. Realizar una especie de “etnografía” de los procomunes.

Segundo, porque no se obvia sino que se pone de manifiesto el posicionamiento político e ideológico con que se elabora, difunde y reinterpreta cada elaboración teórica (desde las tesis de Hardin sobre la tragedia de los comunes, hasta el neoliberalismo económico que ha leído o dejado de leer a Adam Smith). ¿Qué perseguimos, hacia dónde vamos, qué de radicales queremos ser, hasta dónde, por qué hasta allí, por quiénes?

Se trata de poner al descubierto, evidenciar y afinar los rasgos de otro tipo de contexto, el de la producción de conocimiento, nuestro conocimiento sobre el procomún generado desde el laboratorio. Bourdieu, Passeron y Chamboredon (El oficio de sociólogo), y en general los que aspiramos a que las sociales tengan verdaderamente el estatus de ciencias, pueden sentirse orgullosos de esto.

Para finalizar he aquí mi aportación:

¿A caso no funciona el capitalismo cognitivo con la misma lógica de acumulación por desposesión que el tradicionalmente conocido capitalismo de producción material?
Sólo dos ejemplos que dan que pensar:

Wikonomics”, todo un best-seller en la sección de gestión y economía.
En él los autores proponen a los nuevos y viejos emprendedores que apliquen adaptados a su empresa los modelos de producción colaborativa, así como otras aportaciones de la cultura 2.0.
Según ellos, esta es una gran receta para aumentar la productividad en nuestros tiempos.

En realidad supone un síntoma preocupante de cómo los agentes sociales protagonistas del capitalismo productivo se apropia de aquellas prácticas y discursos (cultura) que sirven a su fin de acumulación, eliminando toda carga política que representan simbólicamente esos conceptos, domésticándolos, quitando su carga de rebelión.

Por eso establece su propio sistema de clasificaciones y prefiere, por ejemplo, llamar a sus chicos “alejandrinos” (vinculados a la biblioteca de Alejandría, acumuladores de conocimiento centralizado al que sólo tenían acceso aquellos en posesión de la restringida ciudadanía grecorromana) en vez de usar el término “bibliotecarios” (de la Wikipedia, proyecto del que toma la idea original pero elimina su finalidad de ser libre, abierto, para el bien común) o el de “enciclopedistas” de Asimov (y su Fundación para salvar a la humanidad).

Otro ejemplo: Elpaisdigital se publicita como inventor del llamado Periodismo 2.0.
Olvida la existencia de proyectos como Indymedia y en general los periódicos, radios y televisiones comunitarias y alternativas, que hace ya muchos años que llevan poniendo en práctica la producción libre, crítica, democrática y participativa de información como una forma de contrarrestar el peso de los grandes monopolios empresariales de la comunicación, y que fueron los primeros en impulsar hasta las últimas consecuencias el siguente lema: “Todos somos comunicadores”.

Ojo con los valores y usos que le conceden al procomún que existe en la cultura 2.0, otros agentes sociales: pueden convertirlo en fuente de ingresos, o de legitimidad.

Clara

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Texto de la próxima reunión del laboratorio del Procomún

Mañana 29 de noviembre se reúne en su reunión mensual el Laboratorio del Procomún a las 17 horas. A Isidro López, que nos pertenecía directamente al laboratorio, se le ruegó escribir un texto sobre el tema de la gestión agraria y el Procomún, que Jordi Claramonte comentará.
A continuación este texto:

Procomún y activos ecológicos
Isidro López

Este borrador propone algunas líneas generales, muy esquemáticas, tanto para la conceptualización de los activos naturales como componentes del procomún como para, más concretamente, valorar la invasión del territorio y las burbujas inmobiliarias como una perdida de bienes ecológicos y sociales, tanto comunes como públicos, dentro de reaparición de la acumulación por desposesión como estrategia central de acumulación en un contexto sistémico largo de estancamiento económico.

1. La tragedia de la economía neoclásica

Uno de los efectos políticos centrales de la irrupción de la crisis ecológica ha sido el cuestionamiento de las formas de explotación de los recursos naturales ligadas a la propiedad privada. La vieja idea de la gestión y propiedad comunitaria de los bienes y servicios ambientales vuelve con fuerza, en un contexto marcado por lo que se podría denominar, invirtiendo la famosa metáfora del “Tragedy of the commons” de Garrett Hardin, como la tragedia de la economía neoclásica.

La confusión original de Hardin entre gestión comunal y ausencia de gestión de los llamados bienes y servicios ecológicos ha derivado en una línea de pensamiento hegemónica entre los economistas ortodoxos y los gestores políticos neoliberales que se han servido de esta coartada para imponer la necesidad de la gestión privada de los activos naturales como única solución al agotamiento de los stocks naturales. Más allá de este uso descaradamente ideologizado, en la argumentación de Hardin hay, al menos, dos fallos centrales que impiden que su «teorema» tenga validez como guía de la gestión de los recursos naturales y que sin embargo continúe provocando una confusión semántica que tiene como efecto la promoción de modelos insostenibles de gestión ambiental:

1) El horizonte de duración del usuario o la empresa individual es menor que el de la comunidad y por lo tanto, es indudablemente menos idóneo para la gestión a largo plazo de los recursos. En palabras de Joan Martinez Alier:

“Hardin debería de haber advertido que si existe una asimetría temporal entre costes e ingresos, como usualmente ocurre, es decir, si la ganancia es en el presente y los costes en el futuro, como ocurre por ejemplo con los costes de la no disponibilidad (…) entonces la propiedad comunitaria es un mejor sistema.»

2) La existencia de no pocos activos naturales que simplemente no pueden ser propiedad privada este es el caso de los stocks pesqueros, los acuíferos subterráneos o los sistemas de biodiversidad.

La verdadera tragedia es la de una economía neoclásica absolutamente incapaz de acomodar en su seno conceptual el llamado “problema ambiental” debido a las tres exclusiones en la formación del objeto económico que operó Leon Walras y que señala Jose Manuel Naredo.

1)Sólo el subconjunto de lo directamente útil que es objeto de apropiación efectiva por parte de los agentes económicos pasa a formar parte de su patrimonio.
2)Se retiene sólo el subconjunto de los objetos que poseen valor de cambio.
3)Se toma del campo de lo apropiable y lo valorable tan sólo aquellos objetos que se consideran productibles, de manera que quede salvado el equilibrio teórico entre consumo y producción.

De estas tres exclusiones surge una noción de riqueza social caracterizada únicamente por el valor de cambio, la industria y la propiedad privada. Esta noción restringida de riqueza esta completamente ciega respecto al conjunto de los procesos materiales sobre los que se apoya la actividad monetaria y es, en clara complementariedad con el tipo de poder económico al que son funcionales, la verdadera causante de la destrucción de los activos ecológicos comunes que subyace como causa central de la crisis ecológica global.

2. Tres acercamientos a la recuperación conceptual de los activos ecológicos comunes

El fallo de origen de la economía neoclásica respecto a los procesos naturales ha intentado ser subsanado desde múltiples perspectivas, que vehiculan diferentes interpretaciones políticas, que han servido para marcar el campo de reintroducción de las conexiones sociales y ecológicas en los ámbitos conceptuales tradicionalmente dominados por la propiedad privada.

A. Externalidades

Desde la escuela de la economía ambiental se ha utilizado mayoritariamente la noción de externalidad o de economía externa como puente entre la economía y la ecología. Desde esta posición se entienden las externalidades como aumentos o disminuciones del bienestar de un determinado agente económico por causa de otro agente económico. A través de esta visión plana de las externalidades se plantea una política de internalización de costes con vistas a restaurar la eficacia del análisis coste-beneficio.

B. Costes sociales

Kart William Kapp amplía el campo de los costes sociales no registrados, estos ponen en suspenso cualquier evaluación de aspectos tan centrales para la dinámica expansiva del capitalismo como el crecimiento del PIB o la eficiencia social del cambio tecnológico. El resultado es una separación entre el significado de beneficio para el empresario privado y el significado social de beneficio que implica una intervención política, preferentemente estatal, sobre el ámbito económico.

C. Metabolismo Económico

El punto de vista de la economía ecológica o de la ecología industrial centra su atención en el conjunto de sistemas monetarios y naturales y en sus interrelaciones. Desde este punto de vista, se analiza prioritariamente el grado de desajuste entre los flujos de energía y materiales que consume la economía y los procesos biológicos que los sustentan. Desde esta posición, las externalidades son productos intrínsecos del metabolismo económico y se desprende una política encaminada al cierre de los ciclos de energía y materiales que sobrepasa el marco institucional definido por la empresa y la propiedad privada.

3. El ciclo inmobiliario español y la acumulación por desposesión.

Tanto Marx como Polanyi, reconocieron la funcionalidad que la apropiación del procomún cumple dentro del proceso de acumulación capitalista como fuente de rentas no producidas desde los parámetros capitalistas, en términos actuales podríamos decir de captación de externalidades positivas. En el ciclo de acumulación posterior a la crisis de 1973 se ha ido incrustando esta nueva versión de la acumulación primitiva en el centro de la dinámica de expansión capitalista por la vía de lo que el geógrafo David Harvey denomina las soluciones espaciales y financieras de la economía. El caso del ciclo inmobiliario español presenta un ejemplo clarísimo de este tipo de desarrollos que puede ser seguido empíricamente para valorar la amplitud de la perdida de activos comunes, tanto sociales como ecológicos, y de la apropiación privada del espacio público urbano.

Por la especial vinculación que se establece entre las actividades inmobiliarias y constructoras y los procesos de dominio hegemónico del capital financiero, la llamada financiarización, la vivienda ha sido el eslabón más débil del proceso de privatización del núcleo duro -salud, educación, vivienda- de los servicios del estado de bienestar. Esta versión de la acumulación por desposesión tiene también una vertiente expropiadora que va más allá de la captación de rentas del trabajo para transferirlas hacia el capital. La vinculación de la vivienda al territorio hace que su desarrollo expansivo implique la expropiación a gran escala de todo tipo de servicios ecológicos comunes que van desde el agua hasta la energía, pasando por la aniquilación de un sinfín de funciones ecosistémicas dependientes del suelo, desde la destrucción de las reservas estratégicas de suelo agrícola en las cercanía de las ciudades hasta los daños a la salud pública provocados por la perdida de calidad ambiental.

Bibliografía

Hardin, Garrett. “The tragedy of commons”, Science, Vol. 162, No. 3859, 1968, pp. 1243-1248.
Harvey, David. Espacios del capital, Madrid, 2007, Akal.
Kapp, Karl William, Los costes sociales de la empresa privada, Madrid, 2007, Los libros de la Catarata.
Martinez Alier, Joan. El ecologismo de los pobres, Barcelona, 2005, Icaria.
Naredo, Jose Manuel. Raíces económicas del deterioro ecológico y social, Madrid, 2006, Siglo XXI.

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Juan Freire. "Del procomún analógico a los nuevos espacios públicos. "

El pasado jueves Juan Freire visitó Medialab para ofrecer una interesante charla bajo el título “Del procomún analógico a los nuevos espacios públicos.”

El título era bien interesante, y la charla resultó ir más allá del mero atractivo formal. Freire resumió en dos horas y media un tema que bien hubiera llevado días, y es que una explicación con ejemplos y referencias siempre es más productiva. No quiero entrar en opiniones subjetivas sino comentar brevemente qué es lo que Freire puso sobre la mesa para explicarnos un título tan amplio.

Ejemplos para reflexionar: ¿sabían que un grupo de sociólogos llegaron a la conclusión de que en Nepal la la autogestión de canales tenía una productividad mayor que la gestionada por su gobierno? Aquí va otro: Quartzsite, en Arizona, cuando llega el invierno un montón de gente se instala en la ciudad con sus caravanas durante unos meses, construyen sus mercados y una “sociedad temporal” que, tal cual aparece y se desarrolla unos meses, desaparece sin dejar rastro (aunque imagino que dejará dinero, ya que la fuente de ingresos principal de esa ciudad es el turismo.)

Creo que todos deberíamos preguntarnos hasta dónde llega nuestra desconfianza, quizá miedo, en la autogestión, o simplemente en el hecho de no depender de una institución gubernamental para generar nuevas redes sociales, que es precisamente lo que está saliendo a flote en lugares como la llamada “sociedad red”. El nuevo procomún es el digital y lugares como Internet fueron diseñados para formar parte de ese concepto.

Volviendo al tema de los nuevos espacios públicos, me gustaría recordar una frase que se dijo el jueves: “hoy, la ciudad moderna ha hecho calles para pasar por ellas, no para estar en ellas.” Se habló de los “no lugares” de Marc Augé y de los “espacios basura” de Rem Koolhaas (espacio que no tiene ninguna utilidad.) Según Freire, la sociedad moderna debe reapropiarse del espacio público defendiendo un conocimiento libre (como ejemplo se mencionó la web 2.0), un espectro libre (el radioeléctrico) una arquitectura post-espectacular (pensada para las personas, funcional, barata) y, sobre todo, lo que se definió como “una piel digital sobre el asfalto”.

Claro, que todo es cuestión de debatir sobre qué son realmente los espacio públicos y si estos siguen existiendo, por poner un ejemplo de Freire, el alcalde de Sao Paulo ha prohibido la publicidad en sus calles. Así, una gran ciudad sin publicidad ¿no se deshumaniza un poco?. En la charla se habló de que un espacio público es un espacio que depende de su auto-organización (por ejemplo, el proyecto estadounidense llamado Burning Man.

De todo esto y de mucho más se habló el pasado jueves en Medialab. Hubo preguntas, hubo opiniones y hubo mucho interés por continuar investigando acerca de eso que llaman “espacios públicos.”

Esto ha sido una explicación muy breve, pero tanto en nuestra web de Medialab
como en la del propio Juan Freire podéis ver un slideshare con toda su presentación.

Ana.

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Nube de tags

Otro post que llega un poco tarde, pero tampoco demasiado. Luego vendrá otro, y así habré cumplido con lo de ayer. ¡De ayer! Pero hoy, de nuevo, hay conferencias, y 3. ¡Aie, por favor, no me reprocheis demasiado estos días de retraso!
Ahora pues os quiero contar muy rapidamente, porque en unos minutos Alberto Cairo va a ponerse a hablar, una experiencia muy interesante de cruce de saberes, que un visitante francés, Franck Leibovici, identificó directamente como una performance, que realmente fue una, a cual fuimos unos cuantos a participar o a observar.
Desde las 17 horas hasta las 19 horas, Santiago Ortiz programó bajo nuestros ojos, a veces ojos de expertos a veces ojos de ignorantes que lo ven como magia (mis ojos por ejemplo) las representaciones que proponía Antonio Lafuente con el objetivo de visualizar el Procomún. Fue nuestro taller tan esperado de nube de tags, que de taller no tuvo nada, y cuya utilidad y eficiencia dudo bastante, pero que resultó ser una experienca muy interesante y totalmente inédita.
Lo que además de su aspecto performativo este “taller” nos aportó son varias reflexiones en torno a la visualziación de datos: que la visualización es una herramienta que permite, más que visualizar, visibilizar lo que no se suele ver. De eso su aspecto político y benéfico, y su posible uso a fines colectivos, ya que permite hacer aparecer fenómenos desconocidos y generar tomas de consciencia a nivel colectivo, sobre todo cuando formas genéricas de visualización, como las de Many Eyes que nos presentó Fernanda Viégas, nos permiten a nosotros ciudadanos, “gente del común”, generar nuestras propias visualización sobre temas que decidamos. La visualización permite quitar mitos y mentiras, a condición que los datos sean fiables, y eso es otro problema…. En cualquier caso permite multiplicar los puntos de vista y las tomas de palabras. En nuestro caso, quiero decir, en el caso del Procomún, el interés de la visualización es obviamente su visibilización, que constituye según Antonio Lafuente una parte de la misión del Laboratorio del Procomún, para poder conocerlo y protegerlo, lo que desarrolla en su texto reunir, visualizar y movilizar el procomún. Como nuestro blog y nuestras voces intentan hacer visibles lo que pasa en Medialab Prado como experiencia colectiva, y el Procomún como fundamento de ver el mundo, de pensarlo y de cambiarlo, la visualización de datos en su estado actual es un medio maravilloso para crear un espacio interactivo y atractivo que ayuda a la primera y constituye parcialmente la segunda etapa, en su forma de nube de tags, del tratamiento digital del Procomún como concepto y objeto.

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Nuestra primera experiencia


Pablo Valbuena explicando su obra a nuestros encantadores visitantes

Hay muchas cosas que contar. Todos los días pasan demasiado cosas, y aunque ahora seamos 5 mediadores, no damos a basto con los posts. Entonces, lo lamento y lo siento pero os voy a contar hoy, lo que fue nuestro primer acto de mediación premeditado, es decir nuestra primera visita guiada, que tuvo lugar hace ya 2 días.
Mejor contaroslo ahora que nunca.
El miércoles por la tarde, después de haberlo concertado con Clara desde unas semanitas, vino a las 17 horas Miguel, que es profesor de Arte y Nuevos Medias, – su clase se exactamente se llama «Arte en la era digital» – en la Complutense. Claro la adecuación entre esta clase y Medialab Prado es bastante obvia. Pero más allá de esta convergencia de interés, lo que es realmente interesante en esta clase es que se dirige a informáticos.
Entonces empezamos, por las 18 horas, con unas venteina de chicos y chicas. Nos repartimos la visita en 3. A mi me tocó la introducción, las líneas generales de Medialab Prado, un poco de Procomún, que es lo que manejo mejor, una pequeña sensibilización a los software libres, es lo menos que se puede hacer para unos informáticos!, y luego Ana siguió con una introducción conceptual al taller Visualizar y una explicación del formato particular del taller. Gabriel luego explicó cada proyecto, que los propios ideadores y participantes tuvieron la amabilidad de explicar, lo que claro, permite un acercamiento mucho más pertinente y correcto que cualquier que hubieramos podido hacer nosotros. Y para acabar con Visualizar, que era el tema que estos chicos venián a ver y a escuchar, les propusimos hojear la documentación que tenemos. Al salir pudieron ver las obras de Clara Boj y Diego Diaz, y la de Pablo Valbuena en la propia plaza de las Letras , donde estaba el artista justamente que nos explicó en persona su instalación. ¡Fue una suerte increíble!
La experiencia fue muy buena. Al despedirnos, creo que los chicos estaban muy contentos, y que varios de ellos van a venir a visitarnos y a participar en unas de nuestras actividades.
Por la primera visita, hubo carencias, eso seguro, sobre todo enfocamos sobre Visualizar, ya que era el tema del momento, pero seguro que les hubiera interesado muchisimo toda la parte de coypleft, de netlabels, o la ínea de investigación y de encuentro de AVLAB. Pero bueno, creo que salieron contentos, y nosotros también.

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Seminario: Visualización de datos y Comunicación.

Dentro del contexto de actividades que se están desarrollando estos días en Medialab-Prado, agrupadas bajo el nominativo de Visualizar, tendremos esta tarde un interesante seminario sobre la aplicación de la visualización de datos a la comunicación periodística. Las ponencias correrán a cargo de Alberto Cairo, Adrian Holovaty y Staffan Landin, tres representantes de esta línea de trabajo, con importantes aportaciones tanto en el terreno puramente teórico, como en su aplicación práctica.

Alberto Cairo, profesor de infografía y multimedia en la escuela de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EEUU), jefe de infografía multimedia de elmundo.es (El Mundo, Madrid) hasta 2005. Su trabajo gira en torno a la aplicación infográfica en la prensa escrita como medio de visualización estadística de datos.

Adrian Holovaty es periodista, programador de Internet y fundador de EveryBlock -una página de noticias locales para algunas ciudades norteamericanas. Su interés está en la relación que, a su juicio, se da entre periodismo y programación. El actual desarrollo de las herramientas de comunicación y su aplicación a los medios de comunicación tradicionales, plantearían la necesidad de incorporar programadores informáticos en el equipo de una redacción de prensa digital. Su trabajo personal en esta línea, desarrollando aplicaciones para washingtonpost.com o Lawrence.com, avalan su tesis.

Por último Staffan Landin, el Productor de Internet de la Fundación Gapminder, desde una perspectiva más social, abordará el problema que se nos plantea a la hora de tomar decisiones que afecten al desarrollo global. Partiendo del supuesto de que existen datos suficientes como para una previsión y gestión más conveniente, entendería que una correcta visualización de este excedente de datos sería muy positivo en esta gestión mundial.

Esperamos que la jornada sea tan fructífera como inicialmente promete.