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Recuperar nuestros cuerpos

Mañana, jueves 11 de octubre, viene Miguel Jara a Medialab Prado para participar en las charlas de los jueves sobre procomún, organizadas por Archipiélago, para presentar su libro Traficantes de salud, como nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad.
Miguel Jara no parece ser la típica persona defensora del procomún, tampoco parece que use este término, y nada permite decir si el concepto de procomún le puede interesar, incluso podría ser que no, por varias cosas que vimos en su biografía, pero lo que sí es procomún es su manera de informar al público, devolver una parte de la realidad a la comunidad, sobre un tema profundamente común, es decir la salud.
Aquí pues, el tema es fundamental para la comunidad, el desvelar información verdadera que solemos desconecer también lo es, y su participación en este seminario como proporcionador de información es totalmente esencial a la hora de pensar en las realizaciones que queremos construir en el marco del procomún.
El tema de la salud es un tema obviamente vital, un tema que dejamos primero a los expertos públicos que se fueron a colaborar sin dificultades con unas empresas privadas escasamente éticas. La salud es seguramente uno de los temas más delicados en la actualidad por los problemas que se conocen en torno a ella (amenazas como la gripe aviar, el sacrificio de poblaciones enteras por culpa de las patentes sobre medicinas, y el problema identificado por Jara de esas medicinas que nos matan), y, porque cuestiona profundamente la realidad de nuestras democracias que sacrifican sus cuidadanos a las presiones empresariales. Ya empiezo a entender mejor en que los públicos, en el marco político que es nuestra democracia actual, (para hablar de un marco que conozco), son, según Antonio Lafuente, «afectados», es decir gente víctima que no está reconocida por un sistema político y económico cuyas consecuencias son directamente físicas. Seguramente, por ser ciudadanos engañados por democracias cuestionables somos todos afectados, y es por ser afectados que nos orientamos hacia el procomún, otra forma de gestionarnos, organizarnos, y vivir una democracia de gente y de cuerpos.
Y sobre esto sólo me gustaría dar un ejemplo que pude ver este fin de semana mientras estaba en mi país de orígen, es decir Francia: percibido como lo más normal y lo más positivo del mundo, se presentaba una publicidad del Ministerio francés de sanidad sobre la depresión que en un tono dramático transformaba sin más un comportamiento en una patología. Ahora se hace muy claro el motivo de esta campaña. Como acabo de leer en el resumen del libro de Miguel Jara, los Estados ceden a las presiones de las empresas farmaceúticas para hacer de «cuidadanos sanos pacientes», sin cuestionar nunca las verdaderas razones del sufrimiento actual. Los poderes políticos apuestan por la banalización del consumo de antidepresivos en contra de la vigilancia y el control de la comunidad que preguntando debilitaría al Estado. Y parece ser realmente que Jara tiene razón, por que al poner hace unos momentos en google los términos de mi búsqueda en francés «campagne dépression», me salió otra campaña que se está haciendo precisamente ahora en Canadá, sobre los perjuicios en torno a la depresión, y, supongo, sus medicinas…
El trabajo de Miguel Jara, y de todos los periodistas de investigación verdaderamente independientes, contribuyen a indignarnos, a devolvernos las motivaciones de saber más, las ganas de rechazar y la legitimidad de pedir cuentas al Estado.

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Creación del blog

Ya lo tenemos! Ya podemos publicar! Es increíble la facilidad con la cual se puede crear un blog, se puede personalizar, y gestionar.
La plantilla que usamos es una plantilla de Blogger. Tuvimos que crear una cuenta en gmail, y ahora tenemos nuestro blog de mediación albergado por este servidor. Esperamos que dentro de poco, el propio servidor de Medialab Prado lo pueda albergar, porque al ser un servidor de gmail, y al ser plantillas impuestas, se contradice un poco con lo en que creemos, es decir con la cultura libre y la reapropriación de lo común por la comunidad.
Pero bueno, asumimos esta incoherencia porque va a ser de corta duración.
Ya habíamos escrito unos artículos sobre nuestro trabajo, pero al clasificar la información de forma cronológica, a mi ya no me parece tan adecuado publicar artículos pasados sobre eventos pasados porque crea una incoherencia temporal esta vez.
De hecho, me estoy dando cuenta de que el blog está estrechamente vinculado al tiempo. Aunque exista un archivo, la pertinencia de la información vale por su relación al presente, vale por ser en tiempo real, de eso su increíble éxito por hacerse con una tecnología de uso facilísimo que permita la publicación en tiempo real. El archivo y el hypervínculo permiten remitir al pasado, o a otro tiempo, pero es la información presente que da valor al pasado. Es como una carrera siempre hacia el momento presente, la simultaneidad, por lo menos en el caso del blog personal. Y precisamente es ese tipo de blog que hemos querido experimentar.
Pensamos que escribir de forma subjetiva nuestro trabajo es una manera de reivindicar y de asumir que el trabajo es “biotrabajo”, que la personalidad de cada uno, los sentimientos, las emociones son factores fundamentales en el trabajo, y pueden ser valores muy benéficos si están valorados positivamente. Y eso lo queremos reivindicar en contra del sistema de organización y de relación económico y social que rechaza una parte enorme de valores que pertenecen al hombre y a su historia. Así intentamos contribuir en romper la imagen falsa de perfección, de racionalismo, y de realismo del sistema actual restableciendo esos otros valores como productivos y reales, como otra base de otro sistema.
Por todo esto estamos fascinados y ilusionados con esta nueva herramienta que vamos a usar para la mediación, tal como la vemos, es decir como una construcción intersubjetiva realmente ilimitada.
Entonces ¿hasta donde tenemos que contar? ¿Debe existir un límite a la transparencia de los procesos de gestión, a la escritura de este blog, a la subjetividad y a la información de los visitantes de un centro público?

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Nuestro trabajo

Estamos en la nueva sede de Medialab que por cambiar de zona cambia de nombre y se llama Medialab Prado.

Estamos entonces en la nueva sala, bonita, roja y blanca, bastante amplía y de momento vacía. Estamos aquí para investigar sobre los dos temas de la programación actual del centro, el Procomún y la Visualización de datos, y para intentar crear los contenidos de nuestro discurso y del espacio.
Es increiblemente interesante y agradable trabajar aquí.

Más allá de los temas de reflexión, intentamos pensar lo que puede ser el acto de mediación. Estamos más o menos seguros que la mediación, cercana a la transmisión, no puede ser la palabra transmitida del que sabe al que quiere saber, porque no existe ni él que sabe ni él que quiere saber de forma objetiva y porque la creación como la elaboración de contenidos es mejor al ser colectiva. Sabemos que el centro debe ser coherente y realizar las ideas que defiende o alberga.
Por eso, estamos pensando en el contenido más adaptado, atractivo y a la vez
reflexivo para el conjunto de los visitantes. Por eso, estamos iniciando este blog. Por eso pensamos en otros proyectos de integración del centro en el barrio sobre soportes físicos y digitales. Por eso estamos intentando pensar como concretar el Procomún a través del propio centro.
Entonces llegamos a esta conclusión: el centro debe ser un procomún, o debe tender a serlo.
Ahora estamos buscando los modos de hacerlo, y de esta búsqueda surge la inevitable y delicada pregunta de las relaciones entre lo
público del Estado, que es del que releva Medialab Prado, con lo público «colectivo», el de la colectividad o de la comunidad, de cual pensamos que debe relevar Medialab Prado.
Publicando pues nuestros procesos de elaboración de contenidos, proporcionando más transparencia a una parte de la gestión de lo público estatal pensamos contribuir en su modificiación en público colectivo, por lo menos parcial, porque es la participación de los visitantes del blog o del centro, que puede permitir realmente la transformación de lo estatal en lo colectivo o en lo que llamamos procomún, lo que es de todos y no pertenece a nadie.

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Edición digital y Open Access

Mañana, Medialab Prado acoge el primer encuentro reunido por Archipiélago sobre Procomún. Elena Fernández Sánchez es la ponente. Pertenece al CINDOC, el centro de información y de documentación científica del CSIC. Entonces nos pusimios a buscar un texto de la ponente, y a acercarnos al Open Access.
Claro que ya habíamos leído cosas y que nos sonaba la palabra, pero tuvimos que explorar más este interesante concepto aplicado a un tipo de producción particular que es la literatura científica. El Open Access tiene una historia reciente pero muy interesante que está vinculado con la toma de consciencia de una parte del mundo científico, investigadores, universidades, revistas, de que es necesario que las publicaciones científicas sean abiertas, es decir que “los usuarios puedan leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar los textos completos de los artículos científicos y usarlos con cualquier otro propósito legítimo, sin otras barreras económicas, legales o técnicas que las que suponga Internet en sí misma. Es decir, de una manera gratuita y abierta de acceder a la literatura científica”, porque la ciencia debe ser de utilidad pública. Cuando se elabora en el sector privado no hay muchas cosas que hacer sino luchar para licencias abiertas. Pero cuando los resultados vienen de la investigación pública parece un abuso grave que los ciudadanos deban pagar muy caro publicaciones a grupos editoriales privados. Por eso, desde 2001, se ha iniciado un movimiento para el Acceso Abierto a la literatura científica que se ha puntuado por 3 declaraciones entre 2001 y 2003, y a partir de cual se ha elaborado varios proyectos.
Entre otros, está el que va a presentar la ponente, e-revistas. Y muchos otros, que sea la biblioteca española digitalizada de matématicas, o Dialnet de la Universidad de la Rioja. Existen en el mundo entero iniciativas similares que vienen del mundo universitario y que apuestan entonces para que el conocimiento científico sea un procomún.