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Hoy Tele-Plateus en Caixa Forum

Finalizado el seminario de Interactivos?’10 Ciencia de Barrio, se pueden ver en la sala los resultados de los proyectos que se han trabajado en el taller. Algunos, como Algas Verdes, han mantenido una forma fiel con la proposición original, mientras que otros han hecho evolucionar su propuesta, como WaterWorks.

Hoy además se reunirán los chicos de Güifi.net y, por la tarde, podremos visitar las instalación-performance en CaixaForum Desorientaciones, del grupo madrileño integrado por Reverso y el Laboratorio del Procomún de Medialab Prado, y Amorfogénesis. Ambas están dentro de un proyecto en el que cuatro ciudades europeas se conectan para crear un nuevo sistema de interacción corporal telemática en un proyecto de arquitectura virtual y danza interactivas. Esta experiencia es muy novedosa, ya que los entornos son en tiempo real, no grabaciones. Para quien se anime, ¡lo mejor es experimentarlo en primera persona!

teleplateus.jpg

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Sobre el autor…

Según la RAE.

(Y yo señalo lo que me parece curioso, dejémoslo ahí…)

Autor:

(Del lat. auctor, -ōris).

 1. m. y f. Persona que es causa de algo.

 2. m. y f. Persona que inventa algo.

 3. m. y f. Persona que ha hecho alguna obra científica, literaria o artística.

 4. m. y f. En las compañías cómicas, hasta principios del siglo XIX, persona que cuidaba del gobierno económico de ellas y de la distribución de caudales.

 5. m. y f. Der. En el derecho penal, persona que comete el delito, o fuerza o induce directamente a otros a ejecutarlo, o coopera a la ejecución por un acto sin el cual no se habría ejecutado.

 

Cine de Autor: El realizado por un director que además es guionista, y procura imprimir a su obra un estilo propio.

Derecho de Autor: El que la ley reconoce al autor de una obra para participar en los beneficios que produzca su publicación, ejecución o reproducción, y que alcanza, en algunos casos, a los ejecutantes e intérpretes.

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licencias libres y vivas

imagen por yoheiyamashita


Uno de los propósitos que me he hecho para ‘el nuevo curso’ es el de profundizar acerca de las licencias libres; no sólo cuáles son y cómo se usan, lo cual no tiene truco ni trampa (bueno, truco, como todo, tiene, sobre todo cuando ciertas entidades quieren buscar las cosquillas a la gente que usa estas licencias.) La clave está en saber cómo se pueden usar de manera que una obra pueda estar viva. Me explico: últimamente, con esto de la investigación sobre bases de datos públicas que los mediadores culturales estamos haciendo, con motivo del próximo taller Visualizar. Datos Públicos, Datos en Público, me he dado cuenta de que, al igual que hay mucho repositorio con obras a disposición del público y punto pelota (lo cual está muy bien) también existen numerosos proyectos participativos donde la gente colabora, manteniendo así una obra viva, cambiante y enriquecida con el conocimiento y aportación voluntaria de cientos de personas.

Esta obra viva, cada vez más grande, debe tener una licencia libre que permita a dicha obra mantener su naturaleza original.

Y todo esto se me ha ocurrido porque mañana, a eso de las siete de la tarde, Miquel Vidal (de Libresoft) y Miguel Ángel Lastra Cobo (de addSensor) van a ampliar información sobre estas licencias y los repositorios de software libre.

ana_fm

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Traducción. Investigación. Pedagogía

Hace unos días tuvimos una visita muy interesante en Medialab-Prado, y no quería dejar de comentar alguna reflexión que surgió durante la misma.

Los visitantes fueron un grupo de estudiantes de la Universidad de Málaga (principalmente de la licenciatura en Publicidad y RR.PP.), acompañados por Florencio Cabello (profesor coordinador). Vinieron a  presentar un proyecto de traducción colaborativa que acaba de culminar en la edición -en digital, papel y- en castellano de Código 2.0 (Codev2), de Lawrence Lessig, a través de la editorial Traficantes de Sueños. Con licencia CC.

Además de lo laborioso del proyecto, y de la valía de haber logrado coordinarse en un trabajo tan altamente exigente en términos de orden como es el de la traducción, merece la pena fijarse en cómo –y ojo, que nace en la academia- su proyecto gira en torno a un construccionismo comunitario poco común.

Utilizando la herramienta de la wiki, el proyecto ha hecho uso del contenido del texto (dado que el código que le da nombre no es otro que aquel de Internet: arquitectura libertaria y, claro, regulador social) y del grueso de la teoría del autor del mismo (ideólogo de Creative Commons) para concretar su modo de trabajo. Así, de forma natural este cuerpo de traductores ha derivado en uno de investigadores en grupo (puesto que cada término era discutido y sopesado para lograr una máxima fidelidad al concepto original), y de forma paralela el proyecto ha devenido ciertamente en innovación docente/educativa.

El material resultante ha quedado almacenado en la wiki de trabajo*, y supone por tanto una herencia para futuros traductores -alumnos o no-. Tanto el texto original -en inglés- como el traducido, permanecen editables online  para futuras modificaciones o actualizaciones; seguro que las habrá.

Finalmente, cabe mencionar que tal editabilidad de la wiki rompe con el binomio editor-lector: desenfoca las diferencias entre ambas figuras. Por supuesto que en Traficantes de Sueños reciben ese desenfoque de buena gana, y quién sabe si en un tiempo editarán en papel el texto (nuevamente) actualizado.

*Seleccionar «Entrar como Invitado».

jarA.

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En torno al umbral

Durante casi dos años, sabía de la actividad de Medialab (primero –Madrid y luego –Prado) sólo a través de su página web. En algún momento me registré en el newsletter, y cada semana recibía un resumen de las actividades que iban a tener lugar. No obstante, no lograba aunar agallas para acercarme, porque pensaba que iba a encontrarme con un montón de gente altamente cualificada haciendo experimentos electrónico-artísticos; sentía que no iba a tener nada que aportar.

Ahora que veo Medialab desde dentro, como mediadora, he notado que esa sensación es en cierto modo recurrente; en los últimos días varios usuarios me han comunicado ese pánico escénico que curiosamente habita en torno a la puerta de este espacio (físico) de producción. Precisamente me he decidido a colgar este post porque quizá anime a acercarse a quienes andan sólo en la parte virtual de Medialab-prado (de la web a la wiki y de ahí al flickr o a del.icio.us).

Igual que me ocurrió a mí, todo ese miedo se evapora al bajar las escaleras de Alameda 15 (Pza. de las Letras) y cruzar el umbral de la puerta. En ese momento las dudas se disipan, y los usuarios comprenden que éste es un espacio abierto a todo tipo de personas, independientemente de su cualificación o de su grado de profesionalización. Es más, a menudo son bien valiosos los apuntes de aquellos que creían no tener nada que aportar, puesto que aquí la clave está en el diálogo, la colaboración y la cooperación, y efectivamente sin esas aportaciones los resultados de las actividades medialaberas no serían los que son.

Puede sonar todo como a crisol utópico, pero confíen.

jarA.