El pasado jueves 4 de diciembre se hizo la primera reunión de los seis diferentes grupos de trabajo que ahora hacen parte del laboratorio del procomún. Los proyectos son: Muerto y mil veces muerto: el largo camino desde el autor romántico hasta el procomún de Jusús Carrillo y Jordi Claramonte con 30 personas inscritas. Obsoletos del colectivo Basurama con 14 inscritos; La hemeroteca audiovisual como procomún de Tiscar Lara con 18 inscritos; Ontologóa jurídica libre de Javier de la Cueva con 9 inscritos; Cultura(s) de lo común de Antonio Lafuente y Andoni Alonso; y, finalmente, Cuerpo común de Jaime del Val con 25 inscritos.
Esta reunión inicial, – con merienda incluida -, tenía como objetivo que las personas que se habían inscrito en la convocatoria se conocieran y formalizaran lo que va a ser la estructura de trabajo interna a cada grupo. Discutir como va a ser el calendario, así como los medios de trabajo y la división de las posibles tareas de acuerdo con la temática y la finalidad que se especificó en cada una de las propuestas de proyecto. De modo que cada grupo a lo largo del tiempo adquirirá una dinámica propia. Y, para poder compartir el proceso interno de cada grupo, se harán unas presentaciones que serán una puesta en común del desarrollo de cada proyecto, se compartirá información, se intercambiarán opiniones y, finalmente, estas presentaciones, servirán para equiparar los resultados obtenidos en cada grupo con el objetivo general del Laboratorio del procomún.
Estuve participando en la reunión del proyecto Muerto y mil veces muerto que estuvo coordinada por Antonio Díaz quien nos está ayudando como mediador en el Medialab. Esto por que, desafortunadamente, ni Jordi Claramonte de Jesús Carrillo pudieron acompañarnos. Durante la reunión Antonio nos contó la estrategia que Jordi y Jesús proponen para intentar llevar a cabo el asesinato teórico de algunos autores y de la noción misma de «autor». Se han escogido una serie de autores como Benjamin, Duchamp, Danto y Bouriaud con el objetivo de «matar» con argumentos la manera como estos pensadores han contrubuido a crear el mito del «autor» lo que, paradójicamente, ha hecho que ellos mismos se conviertan en «autores».
El objetivo de matar al «autor», según he entendido, tendría que ver con la legitimación que se hace de ciertos procesos de producción cultural con los cuales se convierte a las obras de arte y a sus «autores» en mercancías fetiche para ser consumidos dentro de un mercado del arte que termina por generar mecanismos de control sobre el gusto y lo que ha de ser consumido como arte. Y precisamente, los autores escogidos aquí para ser «eliminados», son los más representativos porque aportan al sistema de legitimación el aparato conceptual con el cual cierta crítica de arte ha hecho del «autor» y del «genio» el centro de la producción artística.
La tarea de eliminar al autor se dividiría en dos vertientes: una teórica y otra que sería más lúdica. La vertiente teórica atacaría directamente los textos y los argumentos de estos autores y la nocíon de «autor». Para comenzar este trabajo hay cuatro textos que serán el punto de partida de la discusión. También se pretende organizar unas sesiones donde se lleve a cabo el asesinato invitando a algún teórico o escritor que bien tenga el gusto de hacerlo. Y, al parecer, la primera víctima será Duchamp.
Así mismo, en esta primera reunión, ha surgido dentro de esta vertiente teórica la posibilidad de hacer una reconstrucción que muestre contextualmente cómo, dónde y cuándo ha surgido la invención del concepto de «autor». Esta reconstrucción podría ser histórica y referida, en concreto, a los contextos sociales y jurídicos.
En la vertiente lúdica, se trata de hacer una nueva versión adaptada del juego «Cluedo» (que en América se conoce como «Clue»), en la que se utilice la estructura del mismo juego para reconstruir y discutir los argumentos (las armas) con los cuales se han matado a estos autores. Los jugadores podrían acceder a los escenarios teóricos para entender y discutir la forma como se ha llevado a cabo cada asesinato y analizar los motivación que hay detrás de cada uno.
Al final de la reunión del proyecto Muerto y mil veces muerto, ha quedado claro que este tema tiene bastante tela para cortar, y que se tendrá que decidir por donde encaminar la discusión y acotar los contenidos. La cuestión en sí ha generado bastante entusiasmo en los participantes y este proyecto promete. Aunque la convocatoria se ha cerrado, todavía es posible inscribirse vía e-mail (mediacion@medialab-prado.es) a este proyecto y en los otros cinco proyectos que también hacen parte del Laboratorio del procomún. Alx.