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Cada día hay mas movimiento

En poco tiempo abrimos verdaderamente. Es cierto que en la página web se anuncia que estamos abiertos desde el 22 de septiembre, pero todavía se puede decir que estamos en la fase de organización.
Y no es fácil!
Claro que cualquier persona puede venir, cuando quiera, del lunes al viernes de las 10 de la manana hasta las 20 horas. No tenemos expuesto los contenidos pero se puede hablar, comentar lo que se está haciendo… aun más si usted vive por la zona y quiere ver lo que sus nuevos vecinos estan preparando, vecinos que de momento ni siquiera han tenido tiempo de presentarse pero que de pronto lo harán.
Para venir, no hay que dejarse impresionar por la puerta de hierro que conservamos cerrada de momento, hay que abrirla y entrar. Y será para nosotras dos, mediadoras novatas, una primera experiencia muy interesante.
Si que ya tenemos actividades: las conferencias de los jueves y un AVLAB. Pero es el espacio, la parte expositivo, es decir la parte que se ve, la parte que se queda, la parte que se explica, que archiva y enseña que tenemos que poner en funcionamiento.
Si que no paran de venir artistas, colectivos, investigadores, gente que quieren colaborar, que quieren ayudar Medialab Prado en sus objetivos y su desarrollo, lo que generará proyectos y nuevas actividades.
Pero lo que nos falta es el espacio público, el espacio del público, que tendremos listo el 12 de noviembre, fecha de inicio del seminario y taller de visualización de datos. Asi que todavía estamos intentando organizar el espacio, y estamos empezando a construir los elementos de la visita que podremos proponerle.
Empezamos en este trabajo el 3 de septiembre. A estas alturas veíamos muy lejana la hora de transmitir lo que estabamos investigando. Nos pusimos a pensar el procomún como sin realmente participaramos al laboratorio. Pero progresivamente, aunque para nosotras es verdaderamente estimulante, nos dimos cuenta de que nuestro papel no era el de investigador, sino de tranmisor, y que nuestro tiempo no nos permitía ser investigador, elaborar el conocimiento y elaborar un discurso persuasivo y rotundo en torno a temas tan complejos como el procomún y la visualización de datos.
Por eso, el enfoque sobre las herramientas. Corresponde a la elección de hacer de este espacio, un espacio lleno de contenido, un espacio que esté capaz de hablar sin nuestras voces, y que nuestras voces esten solo para orientar, dejando a partir de directorios, compilaciones de textos, libros, videos, blog, a cada visitante entender estos temas y actividades como le parezca útil e interesante.
La organización del espacio ahora es lo más urgente y lo más complicado. Hay muchos actores, y factores que deciden del lugar visible del centro, de su cara pública. Y solo entre otros, estamos nosotras.
Vamos a empezar con elementos muy sencillos. Unos textos de presentación de las actividades y de las líneas de trabajo de Medialab Prado, impresos en unos carteles grandes colocados en la pared, definirán las diferentes zonas temáticas de exposición de contenido. En cada zona estará un ordenador donde se podrán consultar paginas webs relativas al tema, ejemplos y realizaciones, y los textos relacionados que seleccionamos.
Habrá también un lugar de lectura y de charla, y seguramente varias proyecciones aunque no sabemos mucho mas sobre este tema.
Por ultimo, tenemos el proyecto de hacer un punto de información no sólo de Medialab Prado, sino del barrio, asegurando una agenda actualizada de las actividades culturales de la zona donde nos situamos.
Y eso es lo que a partir del 12 noviembre se podrá ver en la sala, donde esperamos su visita.
Pronto redactaremos los textos de presentación, y les colocaremos en este blog para que en esta fase de construcción de las herramientas de mediación quien quiera pueda participar, o por lo menos, para que usted se quede siempre informado de nuestro trabajo.

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Una posición más realista?

El jueves pasado 18 de octubre, Fernando Cascón vino a dar una conferencia sobre la propiedad intelectual en Medialab Prado, como lo anunciamos en el post anterior. Y efectivamente, la postura del señor Cascón no corresponde a la que estamos acostumbrado a escuchar, que sea en Medialab Prado donde se suele discurrir en contra de la propiedad intelectual, o en el espacio mediático y urbano donde se impone un discurso violento y culpabilizante a favor de la propiedad intelectual.
La posición de Fernando Cascón es conciliadora: reconoce el copyleft como un tipo de propiedad intelectual, y piensa que sólo el creador puede decidir bajo cual licencia quiere difundir su creación. Este respeto absoluto para la libertad del creador es un posicionamiento muy tentador que parece bastante factible y realista.
Sin embargo, el señor Cascón, que sabe muchisimo de propiedad intelectual, es un señor de las leyes: es un señor que quiere la justicia, el «equilíbrio», como lo mencionó varias veces, porque cree que los fundamentos del derecho actual son válidos, y entonces que la propiedad intelectual es un derecho legítimo y benéfico.
Pero, ¿la voluntad del señor Cascón de decir que el copyleft es una variante del copyright no sería en realidad una manera de impedir que la excepción se haga la regla, o más bien, la manera de evitar de cuestionar la propiedad intelectual en frente de la emergencia de otro sistema y la posibilidad de otro derecho? ¿No sería sencillemente una manera de confesar que la propiedad intelectual ha dejado de ser una buena ley, ya que, hecha para defender a los creadores, ellos mismos la rechazan?
Ademas, lo que de primeras parece como un posicionamiento realista, al pensarlo se desvela como puro idealismo. Porque esperar de las empresas y de los políticos que sean racionales, y que no emprendan los caminos de los abusos es utópico, y semejante posición acaba siendo una mera defensa de un sistema abusador.
La ínica posición real y útil que se puede sostener, buscando soluciones y siendo coherentes, es la de oponerse a la propiedad intelectual, y buscar otra forma de gestionar el acceso a la creación. Eso es lo más realista, sobre todo cuando ya no se trata de cultura, sino de medicamentos, de recursos naturales, o de genes.
La propiedad intelectual en nuestra época se ha vuelto ser la ley de la industria, y protegerla es proteger la industria cultural en su modelo actual. La solución, en lugar de proteger una propiedad intelectual que está acabando siendo una ley perversa, se debe sitúar en la adapatación de la industria a las necesidades sociales actuales que transparecen en el comportamiento «ilegal» de miliones de gente que descargan música o películas.
Seguramente hace falta de parte del sector empresarial y del poder político reflexionar sobre la relación entre la empresa, el creador, y el ciudadano para proponer otro sistema organizativo, otra forma de transmitir la creación, y otra forma de pagar el creador, para que la cultura y el conocimiento sigan exisitiendo, se transmitan y se usen por lo sociedad, y nos deje salir de un sistema maniqueo mentiroso en lo cual la victima es más que nunca el ciudadano sometido al poder de las empresas.

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Preparación de la conferencia del jueves

Como para las dos conferencias anteriores de los jueves, y como espero que se pueda hacer antes de cada actividad, intenté preparar esta mañana la conferencia del jueves 18 de octubre, «Propiedad y acceso en la sociedad de información: autores, industria y usuarios«, que dará Fernando Carbajo Cascón.
Sencillamente fui en la página web de Medialab Prado, que para nosotras también constituye una fuente de información.
Leí entonces su biografía. Es profesor de derecho. Conozco a dos personas de derecho que se ocupan de derecho de autor. Son Javier de la Cueva y David Bravo. Javier de la Cueva pertenece al Laboratorio del Procomún y David Bravo vino a dar una conferencia en el antiguo Medialab del Conde Duque, que a esta época frecuentaba como usuaria asídua.
Siempre me ha parecido muy interesante y fiable el acercamiento desde el punto de vista del derecho. Porque, aunque es, como todo, cuestión de interpretación, los juristas son los que saben lo que tenemos o no derecho de hacer. Y, muy sencillamente, pienso que la visibilización de sus conocimientos es fundamental para la protección de nuestros derechos.
Volviendo entonces al señor Fernando Carbajo Casacón, después de su biografía leí el texto que viene en la página web donde hace una contextualización de los modelos diferentes que son el copyright y el copyleft, la propiedad privada y el procomún. Pero no para oponerlas, sino para proponer una «terecera vía», una vía de convivencia entre los dos sistemas. Su postura no parace ser la que creía, asumiendo ya Medialab Prado como un espacio sin copyright y por lo tanto sin otro posible discurso que un discurso en contra del copyright.
Me puse entonces a buscar textos, pero no pude encontrar nada en acceso abierto. Deje entonces mi preparación después de esas pocas lecturas y de esa poca información recogida.
Y si al principio me quede dudando, ahora, si mis impresiones se revelen correctas, creo que un nuevo punto de vista será muy interesante, porque nos sacará de nuestra postura que aquí todos compartimos como una verdad, la del copyleft, y poniendo tal vez en peligro lo que nos parece tan obvio y justo, consolidará nuestro punto de vista, lo nutrirá y lo dinamizará.
Y más allá de estas conclusiones muy personales, tengo que dejar la preparación de esta conferencia en este estado. ¿Este post sería entonces un paliativo a la ausencia de información?
¿Un paliativo al vacío? ¿Era realmente util? ¿Sería que el método que elegimos y que nos convencimos que proporcionaba transparencia sólo sirve a justificar una autoreferencialidad subjetiva que nos permite siempre inventar contenido que no importa a nadie? Y tal vez nuestra voluntad de compartirlo todo para inventar un espacio público se resume a un mero monólogo egocentrico.
Sin embargo, escribiendo este post, espero realmente apuntar los elementos diferentes de esta conferencia, facilitar otro tipo de conocimento y de herramienta que la página web del centro, y sobre todo provocar comentarios que solucionen o confirmen mis dudas.

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Conferencia de Miguel Jara: un tema que nos concierne a todos

Miguel Jara, periodista cuya intervención hablamos en un post anterior, vino el jueves pasado a Medialab Prado para contarnos como el conjunto de los laboratorios farmaceúticos, la mayoría de los médicos, y todo el mundo más o menos relacionado con las empresas farmaceúticas trafican con nuestra salud, transformando dolencias humanas en enfermedades y desarrollando medicamentos que se venden a la clase media europea. O sea que nos explicó que los medicamentos no son otra cosa que un mero producto de consumo, y que de la misma manera que el sistema capitalista inventa nuevas carencias emocionales o físicas para vender nuevos objetos de deseo adaptados a un tipo de población específica, pues así se inventan los medicamentos.
Ya no son medicamentos para curar, ya no se buscan remedios en contra de enfermedades, sino que se inventan productos que se pueden vender.
Además del conocido problemas de las patentes, nos habló de la cantidad anual de muertes debidas a los efectos secundarios de medicamentos, de esos investigadores que redactan artículos que son publicidades, y de esos médicos comprados que recetan medicamentos no por su eficiencia sino por el dinero que el laboratorio le da.
Y quedan cosas…
No hace falta volver a repetir los asombrosos resultados de la encuesta de Miguel Jara, ni hablar de su presentación a veces discutible, pero apuntar que un vez más estamos como público, (o sería que tenemos que usar efectivamente el término de “afectados” de Antonio Lafuente por descurbrirnos cada vez más realmente afectados, es decir sufriendo consecuencias de un factor externo que en este caso son consecuencias del engaño generalizado y por lo tanto de una importante pérdida de confianza), entonces como afectados, delante de una pregunta importante y cotidiana: ¿A quién remitir entonces? ¿Quién creer?
Si el Estado ha dejado su misión de proteger a sus ciudadanos, si los médicos cuyo codigo de deontología obliga a actuar a favor de la vida prefieren actuar a favor del dinero, nosotros ciudadanos devenidos públicos devenidos afectados tenemos que pensar soluciones para saber y actuar a sabiendas de los riesgos que corremos tomando o no medicamentos.
No pienso que aquí se trate de debatir si la medicina actual cura o no, ni sobre la legitimidad de los otros tipos de medicina, aún menos sobre la disctinción entre dolencia y enfermedad y la legitimidad de curar la dolencia huamana, pero sobre un sistema empresarial muy poco público que favorecen los Estados occidentales, nos amenaza, e incluso podría amenazar la propia medicina como disciplina. Porque creo que el riesgo de este sistema farmaceútico no es sólo el de morir por ciertos efectos secundarios, aunque lo sea, pero es de construir un sistema “simulacre” incapaz de curar que haya reemplazado medicamentos reales y de uso imprescindible por avatares psicológicos o de control de comportamiento que tomaríamos sin resistencia por renuncia a saber y a preguntar, de un lado, cuando del otro la mayoría de las poblaciones se podrían morir sin ninguna ayuda farmaceútica.
Existen otras posibilidades: el desarrollo de genéricos, la creación colectiva y libre en este campo fomentada por los Estados o las Universidades, y el desarrollo de un sentido crítico sobre este tema.

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Espacio y mediación, una tarea que avanza…

Medialab Prado, como se anuncia en su página web y como dijimos en un artículo anterior, se ha mudado en la plaza de las Letras.
El sitio es el sitio donde se ubicaba el punto prensa de Photoespaña 2007. La sala al entrar es bonita, modernita pero sin serlo demasiado, sencilla y de apariencia versatil. Encaja bien con las necesidades y la manera de trabajar de Medialab Prado. Varias «malfaçons», inherentes a cualquier obra, han retrasado la apertura del centro, pero a la vez nos permiten tener más tiempo para pensar el espacio y la manera de presentar los contenidos que estámos generando, aunque los mediadores anteriores, que estuvieron en Conde Duque, nos dejaron una gran cantidad de material muy interesante y perfectamente adaptado.
Estamos pues intentando imaginar la manera de presentar estos contenidos que no son facilmente presentables, es decir poco atractivos y «visualizables».
El Procomún es primero un concepto que tiene sus raízes en una relectura histórica bastante política, la programación de Medialab Prado en torno a este tema se constituye por varios encuentros tipo conferencias y un laboratorio que fomenta debates pero todavía ninguna realizaciones, aunque las ideas no faltan. Y, por útlimo, las realizaciones actuales hechas sobre esta base suelen ser licencias de explotación, softwares, webs colaborativos como Wikipedia, o blogs, que sólo se pueden exponer vía la palabra y una pantalla de ordenador. Asimismo, Inclusiva-net se puede ver enteramente a través de la página web de Medialab Prado donde están publicados el conjunto de proyectos que participaron a esta plataforma.
La parte de visualización de datos es obviamente más visual. De hecho vamos a aprovecharla también para poder visualizar el Procomún, con una nube de tags de Procomún y otros proyectos más complejos que irémos desarrollando después del taller de visualización.
Lo que yo me pregunto es si este espacio no va a ser demasiado plano, si la palabra de los mediadores, nuestras palabras, bastarán, si sera bastante concreto y accesible para interesar, por que debo confesar que a veces estoy personalmente incapaz entender o tener la paciencia de decriptar ciertos blogs, páginas webs, o proyectos.
Tenemos claro lo que es Medialab Prado y sobre que se funda. Sabemos también a que debe servir su espacio: sirve a dar información, a recibir, a estar vivido, y idealmente a volverse un espacio de experimentación del procomún y de colaboración. Pero me temo que nuestra palabra de mediadores no sea suficiente y que las colaboraciones sólo sean posibles entre especialistas, y sobre todo me pregunto, ¿Cómo obtener realmente la mirada y la palabra del visitante como elemento de construcción del centro? ¿Qué recursos espaciales, físicos, qué dispositivos podemos inventar para que la presencia del otro construya un poco más de espacio, que sea un otro opuesto, un otro que no ha entendido todo, un otro especialista, un otro niño, un otro adulto, y que su aportación no sea simbólica o meramente discursiva? ¿Cómo superar la experiencia subjetiva, oral y personal de la mediación para devolverla también al espacio de la comunidad, o a este espacio que queremos que sea de la comunidad?
Si alguién tiene una idea…

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Recuperar nuestros cuerpos

Mañana, jueves 11 de octubre, viene Miguel Jara a Medialab Prado para participar en las charlas de los jueves sobre procomún, organizadas por Archipiélago, para presentar su libro Traficantes de salud, como nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad.
Miguel Jara no parece ser la típica persona defensora del procomún, tampoco parece que use este término, y nada permite decir si el concepto de procomún le puede interesar, incluso podría ser que no, por varias cosas que vimos en su biografía, pero lo que sí es procomún es su manera de informar al público, devolver una parte de la realidad a la comunidad, sobre un tema profundamente común, es decir la salud.
Aquí pues, el tema es fundamental para la comunidad, el desvelar información verdadera que solemos desconecer también lo es, y su participación en este seminario como proporcionador de información es totalmente esencial a la hora de pensar en las realizaciones que queremos construir en el marco del procomún.
El tema de la salud es un tema obviamente vital, un tema que dejamos primero a los expertos públicos que se fueron a colaborar sin dificultades con unas empresas privadas escasamente éticas. La salud es seguramente uno de los temas más delicados en la actualidad por los problemas que se conocen en torno a ella (amenazas como la gripe aviar, el sacrificio de poblaciones enteras por culpa de las patentes sobre medicinas, y el problema identificado por Jara de esas medicinas que nos matan), y, porque cuestiona profundamente la realidad de nuestras democracias que sacrifican sus cuidadanos a las presiones empresariales. Ya empiezo a entender mejor en que los públicos, en el marco político que es nuestra democracia actual, (para hablar de un marco que conozco), son, según Antonio Lafuente, «afectados», es decir gente víctima que no está reconocida por un sistema político y económico cuyas consecuencias son directamente físicas. Seguramente, por ser ciudadanos engañados por democracias cuestionables somos todos afectados, y es por ser afectados que nos orientamos hacia el procomún, otra forma de gestionarnos, organizarnos, y vivir una democracia de gente y de cuerpos.
Y sobre esto sólo me gustaría dar un ejemplo que pude ver este fin de semana mientras estaba en mi país de orígen, es decir Francia: percibido como lo más normal y lo más positivo del mundo, se presentaba una publicidad del Ministerio francés de sanidad sobre la depresión que en un tono dramático transformaba sin más un comportamiento en una patología. Ahora se hace muy claro el motivo de esta campaña. Como acabo de leer en el resumen del libro de Miguel Jara, los Estados ceden a las presiones de las empresas farmaceúticas para hacer de «cuidadanos sanos pacientes», sin cuestionar nunca las verdaderas razones del sufrimiento actual. Los poderes políticos apuestan por la banalización del consumo de antidepresivos en contra de la vigilancia y el control de la comunidad que preguntando debilitaría al Estado. Y parece ser realmente que Jara tiene razón, por que al poner hace unos momentos en google los términos de mi búsqueda en francés «campagne dépression», me salió otra campaña que se está haciendo precisamente ahora en Canadá, sobre los perjuicios en torno a la depresión, y, supongo, sus medicinas…
El trabajo de Miguel Jara, y de todos los periodistas de investigación verdaderamente independientes, contribuyen a indignarnos, a devolvernos las motivaciones de saber más, las ganas de rechazar y la legitimidad de pedir cuentas al Estado.